19 de febrero de 2012

Al final era distinto...

‎"Al parecer el árbol no se tenía que preocupar por sus hojas verdes, por sus ramas rugosas ni por que tan alto llegaba. Primero se tenía que ocupar de que sus raíces sean firmes y estén bien agarradas a la tierra que le da vida, sino todo lo demás se le vendría desplomado hacia el suelo, y ya nada valdría la pena."

No hay comentarios:

Publicar un comentario