4 de agosto de 2010

Prólogo

En lo más profundo de un rincón oscuro, dentro de una grieta bien marcada y antigua, yacían los más misteriosos elementos que nunca nadie pudo descubrir. En lo mas puntiagudo de esa grieta se hallaba una pequeña luz brillante y un poco tintineante, y al lado de ella, mas bien girando alrededor de ella, un pequeño punto negro en constante movimiento. Dicho punto, por mas increíble que parezca, representa al planeta mas pequeño de los tiempos.

El curioso planeta estaba conformado por 4 continentes. Dentro de él, habitaban seres bastante normales, nada que no se puedan imaginar. Entre ellos había alegría, tristeza, rencor, celos, cariño y otras cosas mas. Pero lo mas destacable eran las peleas, muy constantes y equivalentes al tamaño del ego y honor del ser mas orgulloso del mundo.

Entre ellos, el habitante más respetado y con más años encima; el anciano Sissa, podía observar que los demás sufrían varios disturbios y disputas por sus diferentes pensamientos. Todo apuntaba a que la más cruel y sangrienta guerra de todos los tiempos se desataría entre ellos. El anciano, lleno de tristeza al pensar que el caos se estaba apoderando de su mundo, y que además su vida estaba llegando a su fin, decide reunir a los dos hombres con más prestigio, llenos de liderazgo y decisión, y con el mayor numero de seguidores posibles. Sissa le propuso una especie de “juego” a esos hombres, el cual se basaba en una pequeña guerra controlada, antes de un enfrentamiento mundial sin control.

Esto se realizaría en la isla Sacrificio situada en medio de los 4 continentes, que cuenta con 2 templos y terrenos deshabitados con arquitectura antigua. Los templos serian habitados por los lideres que el anciano Sissa reunió, los cuales asumirían el nombre de Reyes y tendrían derecho a elegir a 15 personas cada uno para formar su propio ejército. Uno tendría vestiduras blancas y el otro vestiduras negras. Cada ejercito, sin contar al Rey, cuenta con 8 peones; 2 guerreros montados a caballo; 2 sacerdotes alfiles; 2 fuertes guerreros con la presencia de grandes torres; y también con una Reina, guerrera de mas experiencia y principal defensora. El ganador de esa guerra decidiría el régimen que daría rumbo al mundo y tendría el derecho y la obligación de llevar paz a todos.

Aceptado y respetado el “juego” de Sissa, 32 habitantes se sacrificarían en una guerra a muerte en la isla por el bienestar del mundo entero. Los guerreros serian elegidos y llevados a la isla con su Rey, teniendo un plazo de entrenamiento antes de empezar la pelea total.

Ejército negro y ejército blanco llevarán a cabo la pelea decisiva en la cual se jugará el destino total del planeta más pequeño de todos los tiempos.

2 de agosto de 2010

O

Oblongo, con honor, soltó los hongos con olor...
¿poco loco o todo con ocho? ¿o monólogo bochornoso?
Cómodo sordo o tos con socorro, sofocó polo monocromo...
Monótono socotroco con hoz tomó con sofoco doloroso lomo.
Odontólogo cosmólogo corroboró ortodoxo óbolo.
Bolo congojoso o voz con oro colocó fósforo horroroso con horóscopo...